CEANIM, dentro de su línea de trabajo, incorpora en la ejecución de sus programas, el escuchar los signos, rituales y símbolos de la diversidad cultural. Desde sus inicios, conformó equipos de trabajo interdisciplinarios, incorporando en el desarrollo de sus programas monitoras de la comunidad local, previamente seleccionadas y capacitadas, como una forma de responder a la sensibilidad cultural.

Desde los años sesenta, cobran importancia a nivel internacional los programas dirigidos a mitigar el efecto que los riesgos de la vulnerabilidad psicosocial provocan en el desarrollo integral de los niños y niñas, considerando también las fortalezas propias de cada persona. Dichas acciones se basaron en la estimulación del desarrollo y el aprendizaje, dando inicio a las evaluaciones de impacto. En los años recientes, surge el diseño basado en la evidencia empírica que CEANIM complementa con la consideración de los contextos socioculturales.

Si bien, los objetivos de CEANIM permanecen constantes, los diseños de los programas son flexibles y responden a realidades, contextos y aspectos socioculturales de los grupos. Así como también, los avances de la neurociencia, que radica en la interdisciplinariedad de los equipos e iniciar las intervenciones en la etapa prenatal.

CEANIM diseña sus programas considerando la especificidad de los grupos etáreos y sociales, prevaleciendo el reforzamiento de las potencialidades, que de no ser estimuladas por el ambiente permanecen inadvertidas, no permitiendo entre otros aspectos alcanzar la propia identidad, desarrollar el pensamiento lógico sistemático y asumir los distintos roles y funciones durante la vida. Un grupo que se destaca en nuestro trabajo lo constituyen las mujeres, sus hijos e hijas, que participan en forma activa, con la convicción en las capacidades y fortalezas de las mujeres, familias y comunidades de sectores populares.

Investigaciones en el campo de la neurociencia han permitido adecuar los programas entendiendo el desarrollo como “psicobioneurofisiológico y endocrino” (A. Shore, 2002), dando lugar a la realización plena de las potencialidades de los seres humanos. De tal forma, los programas de intervención de CEANIM, se centran en las etapas críticas del desarrollo fundamentalmente en la etapa prenatal, primera infancia y siguiendo las tendencias actuales en relación al ciclo vital surge el programa de prevención del envejecimiento basado en los hallazgos de las “neuronas de reserva”. Tal como señala Perry (2008) “neurona que no se estimula se muere”.

El enfoque de la Resiliencia, iniciado en Chile por CEANIM, destaca las fortalezas inherentes a cada persona, familia y comunidad. Sin desconocer los riesgos a los cuales se ven enfrentados los grupos vulnerables permite visualizar los mecanismos protectores que contrarrestan las condiciones de riesgo, considerando las diferencias individuales, familiares y comunitarias, especificando las áreas que necesitan ser potenciadas. Esta mirada privilegia las interacciones sociales que dan origen “a la construcción del ser humano”, haciendo posible la adaptación y el cambio que puede producirse en las distintas etapas de la vida. La resiliencia es siempre una oportunidad.

Para CEANIM, una estrategia fundamental para alcanzar el impacto deseado de los programas, consiste en el intercambio de resultados, discusiones y fundamentaciones entre los equipos de trabajo, lo que implica la sistematización y publicación de los resultados. Como señala Boris Cyrulnik (2009), la conversación abierta y directa entre distintos actores posibilita la acción, lo que otorga la oportunidad de considerar el efectuar cambios para optimizar el impacto de los programas. Produciéndose de esta forma una acumulación del conocimiento.